viernes, 15 de junio de 2007

Pensamiento 1.002

Y acaricié tus cabellos claros y delgados como hilos delicados. Fue en mis ensoñaciones, vos tan mío, me tocabas sin mirarme, me llamabas sin hablar. Te hablé sin palabras, no se que te dije… no recuerdo aquella noche, sería por el dolor; el dolor de no saberte mío como anhelaba, la tristeza que aún llevo desde esa noche. Ahora camino lenta, fría, sigilosa con un desdén que sólo podría causar el desamor. Tan vivida y tan ilusa, tan sagaz como insegura…

1 comentario:

Fel. dijo...

A ver... a ver, nada de eso.
Visitarme?... pues cuando quieras

Y la verdad es que este me encantó, hace recordar tiempos vividos; y casualmente eso es lo que yo busco en un autor cuando me pongo la tarea de leer detenidamente.

Espero seguir en contacto contigo.