lunes, 14 de marzo de 2011

Fatal e innecesariamente romati-(cona)


 Y resulta que ella estaba sentada a su lado en una sala oscura, resulta también que como en un juego de niños él la tomó de la mano, después… Sin verse se miraron en la oscuridad y de repente se acercaron de a poquitos, primero con el olfato, después con besos mariposa, parpadeándose cerca y haciendo que las pestañas pegaran en el rosto del otro, en seguida se confundieron en un beso imprevisto e improvisado. Se quedaron como pegados un par de minutos, fueron eternos porque el recuerdo así hizo su labor.