martes, 17 de agosto de 2010

Él no existe

Ventajas de ser un par de extraños, aún no nos conocemos, nos recusamos; el portal de la calle corazones no se abre todavía, las luces están sin prender, solo puedo notar el tenue destello  de una vela por debajo de la puerta y entre algunas pequeñas rendijas de la ventana que da a tu habitación. Sé que estas escribiendo, lo siento y lo presiento, como yo me cuento historias en la mente tu debes estarlas plasmando en una hoja medio rustica, ahí te gusta hacerlo, si el papel esta arrugado mejor porque has de pensar como yo que las ideas o sentimientos también mantienen en estado magullado, a la distancia también logro escuchar el recorrido del lápiz por la hoja que deja de estar en blanco. 

Distantes e invisibles, extrañamente unidos sin regalarnos hasta ahora ni una mirada, cuando el momento llegue sé que de todas maneras no estaré preparada, no importa la sorpresa, así no me guste esa sensación también hace parte de la vida eso que algunos llaman desconcierto. Sabes, hace como tres meses que querido decirte un par de cosas, no se ha podido, no nos conocemos cara a cara, es porque así ha tenido que ser, lo de nosotros no es lo que debería según las leyes de la física normal, tampoco lo de la anormal; no, tampoco somos una especie de encuentro o desencuentro “cuántico” esto simplemente no existe, o no por el momento, o no como la gente y el mundo suele imaginarlo. Somos enfermos impacientes que continúan guardando hilos de vida con la enfermedad latente, existen pero en meras apariencias, la cura llegará en la milésima de segundo en que nos acariciemos el lugar indicado del alma. 

Y después de volverlo a pensar creo que en el fondo yo quiero continuar siendo una desconocida, es más sano que por el camino nos encontremos y no nos reconozcamos, después del suspiro cotidiano me resigno tan solo seguir imaginándote entre ensoñaciones remendadas, acomodadas y caprichosas. Lo bonito del desconocimiento es que aún renegando de que no estés, no tengo la oportunidad de decepcionarme de lo que ya tengo entre las manos, es mejor así… pretender también es un estilo de vida.

Esta historia como la vida… continuará.

martes, 3 de agosto de 2010