martes, 26 de agosto de 2008

¿Una nueva mirada?

Las particulares coincidencias circundaban entre los dos, en medio de una lejanía estática permanecían anónimos, inocentes y discretamente anacrónicos. En la mañana se atrapaban en sus miradas de seducción y mientras en ella reposaban aún los miedos, no se dejaban de avivar los destellos invisibles de su pasión enérgica que a estas alturas acallaban las palabras que resultaban ya insuficientes. Con la mente en el lugar equivocado teniendo que estar presente en otros terrenos, era la señal evidente de obstinación que encerraba la humanidad vulnerable de ambos.
Inconforme como siempre, con esas rabias y desconsuelos se continúa disculpando por su incapacidad para entender detalles de la vida que en ese preciso instante necesita entender. Se deja distraer fácilmente imaginando que él la observa con ansiedad, que él la piensa, que la detalla y la ensalza. Sin embargo, no es más que otro de sus sueños, de esos que le impiden concentrarse en su futuro inmediato que tanto le fastidia y al que ineludiblemente hay que hacerle frente para sobrevivir.
¡IMPOSIBLE! Ella no está aquí se ha transportado, aunque los demás pueden ver su cuerpo ahí sentado; repasa detalles de una vivida inexistencia, segundo a segundo transcribe la película de su desocupada imaginación. Reproduce con sutileza la mentira que la invita a la demencia para que entre pajaritos, flores amarillas y canciones de banda sonora se le enrede el tiempo que transcurre lento. Todo pasa, pasa y pasa, la mañana pasa, el frio pasa haciéndole resistencia a la razón que continua apurando una vida necia que desea permanecer entre quimeras.

jueves, 21 de agosto de 2008

En calma...

Extrañamente muda, aislada, a la espera, en total expectación. No se hace la loca porque cuando se es realmente algo queda imposible simularlo, con los ojos puestos en un punto fijo, en ese rostro aún quedan vestigios de una sonrisa de ilusión pero para nada ilusa; los achaques, las desmejoras y una que otra tristeza que nunca falta no han logrado arrebatarle el humor innato que los que la conocen saben apreciar y han logrado descubrir en ella. Respirando nuevos aires, re descubriendo y conociendo nuevas caras que llaman sutilmente su atención, en una racha de soledad que ya no le incomoda tanto, solitaria pero más que nunca decidida y resuelta.
Baja lentamente de la nube y ya no pretende deslizarse del arcoíris, se ha hecho un poco más mujer y sabe que los colores por más hermosos que parezcan en ese arco divino se van difuminando y así como aparecen de repente también se van; se ha dado cuenta que no es más que una suerte de alucinación mágica y en esa medida ya no desespera por espejismos que se diluyen en la atmosfera.
Conserva muchos de sus miedos, padecimientos que la hacen humana pero en los que encuentra pedacitos de felicidad que la insuflan de fuerzas extras para continuar. Vulnerable, con esa manía de acurrucarse como quien se sacrifica por el mundo, intentando apartarse de eso, luchando consigo misma y procurando hacer cada cosa de su vida a consciencia lo que pueda procurarle la tan anhelada tranquilidad. En calma, no busca desesperadamente como hace un tiempo una mirada que la hagan palpitar, simplemente observa detallada y se deleita al menos una vez a la semana, se da ese gusto pero sin pretensiones. Categóricamente prudente logra apasionarse sin obsesiones, ella ha cambiado. Para bien? Para mal? Por cambiar? Dándose cuenta o no? Quien sabe… ni ella quiere preguntárselo, sencillamente pretende vivir como se venga.