Hoy quiero ser simple, cuestión que en el desarrollo de mi insulso divagar por el arte de las letras se me ha hecho trascendentalmente difícil. He transitado por estas últimas horas de mi vida entre un sentimiento que llego inesperado, un algo que ahora tengo metido entre cabeza y corazón.
Del otro lado, ni una sola manifestación contundente del aparente vacio que he dejado; ha sido duro pensar en estos días porque mi mente se encuentra extrañamente terca y obsesiva. Rondas en mí, vas, vienes, te regresas, te instalas pero nunca sales de mis pensamientos.
Quizás soy irremediablemente ilusa y vulnerable, a lo mejor las cosas del corazón me son esquivas a razón de mis idealismos que las hacen rehuir.
Tengo una inminente y segura certeza, es precisamente ese presentimiento el que se ha convertido en una incuestionable realidad, tanto así que alcanza a rasguñarme parte del alma. Esta conmoción va en una sola dirección, en un solo sentido y no hay nada que esperar de vuelta, mi instinto lo grita y le haré caso. El sentimiento es de ida y no de vuelta, como siempre, como tantos, como uno más en el tiempo de esta vida que cuando se hace triste es más larga.
Él me enseño a no esperar, porque a veces no lo vale. Re-aprendo que el tiempo y la soledad son excelentes compañeros para la reflexión, por eso ahora son ellos quienes me acompañan…
2 comentarios:
Que tal, he estado navegando un poco de blogs, me gusta como escribes.
tengo un blog de cuenstos que he escrito y otro de mis pinturas recientes.
Te invito a psar por alla.
de vez en cuando pasare por aqui a leer tus notas.
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