martes, 21 de septiembre de 2010

No rendición...

No hablar en primera persona, 
aprender a escribir, poder sentir,
posarme en tu boca con contundencia absoluta.

Querer nadar, 
salir a respirar, suponer, prosperar,
darle color a lo gris, ponele brillo a lo opaco,
vaciar sonrisas cerca a tus mejillas. 
Enfermar de placeres sencillos,
sentarme en la banca fuera de tu casa, 
esperarte al despertar 
y con el frío matutino salilr a caminar 
entre olores de verde mar de cesped. 
Hablar, llorar y carcajearnos 
de palabras que entenderemos solo con miradas presentes. 
Agua sal por nuestros cuerpos 
que brota con el ritmo de unas horas
lentas en ese país de dos.
No idealizar, no imaginar, no soñar…
Qué imposible reto para mi es ese?
En ese caso si entre palabras estas,
así estén a medio decir, yo por mi parte,
no pararé. 

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