Príncipe y verdugo, castrador de mis deseos, espera de mi corazón
Cima inalcanzable, cansancio que perdura y herida que no sana
Ensoñación estereofónica y compas de mis constantes pensamientos
Vida desvivida, espera ansiosa por creer en tu difusa humanidad
Tu rostro en una nube, traigo lentes puedo verte
Te vuelves gris, inconexión entre figuras en mi cielo Tinta de colores pinta fantasías espectrales, mentiras…
Cima inalcanzable, cansancio que perdura y herida que no sana
Ensoñación estereofónica y compas de mis constantes pensamientos
Vida desvivida, espera ansiosa por creer en tu difusa humanidad
Tu rostro en una nube, traigo lentes puedo verte
Te vuelves gris, inconexión entre figuras en mi cielo Tinta de colores pinta fantasías espectrales, mentiras…
“Un espíritu a veces seguro otras veces incierto,
Quiero descubrir por qué este deseo crece”
2 comentarios:
Mi sudestada, q sentimiento! esta vez no tengo nada q decir, me has dejado sin palabras.
Bueno te extraño mucho, pero ya casi, ya casi...Un abrazo...
Encantadoras palabras!
Luego de mojar su pálido rostro y ordenarse frente a un espejo roto y sucio, se deslizó por la calle desierta hasta el bar en donde sus compañeros de toda la vida continuaban poetizando el hígado y disfrutando de una delicada melodía jazz. Entró al viejo local, besó a cada uno en la mejilla y volvió a la calle en silencio. Continuó sin prisa hacia su destino, sin dejar nada al azar: orinó en la puerta del Museo y se alejó por entre casas y escombros mientras recordaba los tiempos de La Internacional. Fue desde aquel frío amanecer que nadie volvió a ver su caminar inexacto por las calles de la ciudad...
BELMAR
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