viernes, 4 de abril de 2008

Chau!


¿Y quien me dijo a mí que yo podía ser feliz? ¿Qué persona estaba tan equivocada como yo de pretender que las cosas de un momento a otro se podían poner color de rosa y que la vida me cambiaría? Y ¿por qué será que cuando uno sufre lo primero que se le viene a la cabeza son infinidad de preguntas que no tienen respuestas? Y yo no busque todo esto, ni lo pretendía siquiera, fue él quien insistió para ahora dejarme en agonía con este puñal entre pecho y espalda. Estaba tranquila por los días de febrero y llego él con su torbellino de palabras que me picaron la mente; llego marzo y aunque había desistido tras mis negativas disimuladas… fui yo ahora quien me monte sin saber, al tren que conducía a este vacío.

¿Y de qué rayos sirve ser buena? Antes de él y a pesar de todo mi pasado creí que lo valía, ahora no estoy tan segura, la verdad no estoy segura de nada. Para que los momentos recorridos, los detalles y las palabras si de nada me valen ahora, no puedo convertirme en un banco de buenos momentos con el mundo entero. No te la jugaste a tomarme por completo y lo entiendo porque no era el tiempo, sin embargo hoy tengo ganas de buscar culpables y no quiero ponerme en esa condición precisamente yo. Por eso y para hacérmela fácil te digo que sos vos el de la culpa, el de los fantasmas repentinos que se convierten en realidades manifiestas… y entonces en esas condiciones, **diré chau! Y aunque te quiera espérame sentado pero afuera…**


1 comentario:

Thimael dijo...

Y bueno, al parecer esta de moda sentirse asi y pasar por esto...

Que te puedo decir que no suene a "piedad" mas que... Te entiendo porque me siento muy parecido... Quien lo iba a creer despues de aquella noche... enfin... asi es la vida aunque no debiera...

No queda otra que seguir... no queda otra que atesorar lo bueno y seguir adelante...

Nos vemos por ese camino que seguro tendremos que trascurrir...