Largas noches, eternidad de palabras y un sinfín de sonrisas entre la brisa que baja de la cordillera en mi ciudad de bríos. Callada tormenta que me está inundando el alma se transforma con el vaivén de la noche en una llamarada viva de sensaciones impertinentes. Frases envolventes, letras seductoras y mi cuerpo que empieza a desnudarse frente a tu mirada inerte.¡Despierta! Te he querido decir con mis pretensiones, pero tu evadiendo realidades a gritos volteas y me dejas vulnerable en el desarropo de mi blancura de porcelana. Tanto desprecio que parezco inocente sin serlo, tanta indiferencia que no me siento mujer si no me miras; es ahora cuando caigo en cuenta que me haces falta tu, solo tú, para materializar mi feminidad. Porque sin ti soy un cuerpo sin sexo, un espíritu desprovisto de sensaciones y una simulación de mujer, que pretende ser pero en exclusividad para contigo.
Por eso hoy pienso meterme en tus sueños, cabalgar por tu inconsciencia y mandar en las alucinaciones de tu mente, porque esta noche es larga y pienso hacerte mío lo quieras o no. No vale de nada que te opongas, estaré tan presente que no podrás resistirte al tenerme tan cerca; no importa la razón onírica pues sin duda yo estaré, te atraparé y ya no podrás escapar. Tan solo un hilo de esperanza y yo me aferro de tal anhelo para ya no dejarte hasta la eternidad.
